Los Efectos del Cambio Climático en el Viñedo

2019-11-25T10:37:36+01:00 23 agosto, 2019|

Uno de los asuntos que preocupan a los miembros de Grandes Pagos de España es el cambio climático y el efecto que éste puede tener en el crecimiento de la vid.

No podemos ser ajenos a los datos que cada día conocemos sobre el calentamiento global, la desertización y el agotamiento de los recursos naturales. En Grandes Pagos trabajamos cada día para que los vinos sean un fiel reflejo del lugar de donde proceden, y el hombre es el encargado de interpretar el terroir. No obstante, hay factores que cambian drásticamente e influyen en el cultivo de la vid.

Años vinícolas extremadamente secos, pérdida de continentalidad en algunas áreas… no ayuda, precisamente, a elaborar vinos equilibrados, frescos y con una calidad alta y constante año tras año. En la asociación contamos con las mejores Manos Maestras que intentaran minimizar el efecto de estos cambios.

Según un estudio de Coag, el Ministerio de Medio Ambiente y la Fundación Biodiversidad, el vertiginoso crecimiento de la población en el planeta en los últimos 200 años y el aumento del consumo individual, ha provocado un desgaste muy rápido de los recursos naturales, además del incremento de las emisiones de los gases de efecto invernadero.

 

¿Qué efecto tiene el cambio climático en el cultivo de la vid?

  • Las temperaturas: La vid es un cultivo resistente, en periodo de vegetación puede resistir hasta los -1,5º y en invierno hasta -12ºC para las yemas y -20ºC para la madera. Las temperaturas excesivamente altas (por encima de los 35 ºC) o bajas provocan una parada vegetativa de la vid, en el peor de los casos, la muerte.
  • Continentalidad: La diferencia de temperaturas entre el día y la noche es muy importante durante el periodo de maduración de las bayas, pues una gran amplitud térmica ayuda a conseguir vinos con una acidez natural equilibrada, además de fijar color y aromas. El cambio climático está provocando que esta continentalidad sea cada vez menos acusada.
  • La sequía: La falta de agua es un problema acuciante en la actualidad. Cada vez llueve menos y cuando lo hace, en muchos casos, ocurre de una forma extrema, en forma de tormentas y granizo, los cuales pueden llegar a arruinar una cosecha.

 

¿Qué podemos hacer para mitigar los efectos del cambio climático?

  • Altitud: En los últimos años se están cultivando nuevas plantaciones a mayor altitud, buscando lugares más frescos.
  • Técnicas culturales sostenibles: Cubiertas vegetales etc… se trata de técnicas beneficiosas para mantener los recursos hídricos del suelo, mejorar la biodiversidad de los viñedos y luchar contra la desertización de los suelos.
  • Ubicación de las parcelas: Además de buscar lugares a gran altitud, también se están buscando orientaciones más frescas, donde las uvas maduren de forma homogénea y paulatina. La diversidad de la orografía española, por suerte, es una aliada en este aspecto.
  • Manejo de la vegetación: Una correcta conducción de las cepas y un buen manejo de la vegetación ayudan a sombrear los racimos a la vez que son aireados. La poda en verde, la vendimia en verde, son prácticas a menudo necesarias para contrarrestar el efecto del tiempo.
  • Búsqueda de suelos más frescos y con una mayor capacidad de retención de agua.
  • Elección de variedades de uva de maduración más lenta, de esta forma, además de evitar problemas de sobremaduración, permite ‘esquivar’ las heladas de primavera en muchas regiones vinícolas.

El cambio climático y la adaptación de la viticultura es, sin duda, uno de los asuntos que debatimos en la Red de Conocimientos de Grandes Pagos de España, donde cada miembro expone sus inquietudes y las medidas que sugiere llevar a cabo, con el fin de compartir y ayudar a los demás. ¡Una gran familia de profesionales!

 

Fuentes:

Estudio de Coag, el Ministerio de Medio Ambiente y la Fundación Biodiversidad

IMIDA

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