Un estudio del Reino Unido revela que los consumidores millennials prefieren las botellas tapadas con tapón de corcho.
El reciente estudio de Vinitrac de Wine Intelligence ha revelado que los consumidores millennials del Reino Unido prefieren los tapones de corcho, antes que los tapones de rosca, como el cierre de vino predilecto.
Los llamados, habitualmente, «nativos digitales» y «usuarios pioneros» de nuevas tecnologías, los millennials (quienes nacieron entre 1981 y 1996) están muy atentos a los indicadores de calidad superior, los productos naturales, las cuestiones ecológicas y la sostenibilidad, razón por la que tienden a decantarse por el corcho antes que por tapones artificiales.
Cuando los tapones de rosca empezaron a ganar popularidad, a principios de la década de los 2000, varios comentaristas atribuyeron esta tendencia a una menor lealtad a los tapones de corcho por parte de los consumidores jóvenes y a su disposición a probar cierres artificiales, tal y como indica el artículo de John Gifford, publicado en 2016 en The Atlantic, «How Millennials (Almost) Killed the Wine Cork».
Diversos artículos de inicios de la década de 2010 insinuaban que a los millennials les encantaba el vino, pero que estaban acabando con los tapones de corcho, contrariamente a lo que sucedía con los consumidores veteranos, que mostraban una mayor lealtad al corcho.
Con todo, y sorprendentemente, parece que la realidad actual refleja lo contrario.
Los millennials han abogado por los tapones de corcho, a consecuencia de las rigurosas medidas de control de calidad que la industria del corcho ha adoptado y a la creciente concienciación acerca de los numerosos beneficios medioambientales de este material.
Se considera que los millennials y la generación Z son fuerzas de impulso clave en el futuro del sector del vino y sus preferencias están teniendo una influencia fundamental en los tipos de tapones de vino dominantes.
Esto desempeña un papel fundamental en materia de comunicación, dado que los millennials responden positivamente a las empresas que se comprometen con la sostenibilidad y el cambio social, y que logran transmitirlo a su clientela.
En declaraciones al negocio de las bebidas, Lulie Halstead, analista sénior de Wine Intelligence, afirmó que «la idea aceptada de que los consumidores jóvenes están más abiertos a cierres alternativos no se corresponde con los datos de la encuesta».
El informe Vinitrac demostró que, mientras que los consumidores de más de 65 años suelen adaptarse mejor a los tapones de rosca —principalmente por razones de utilidad y funcionalidad—, los consumidores millennials prefieren el corcho.
El 18 % de los encuestados, con edades entre los 18 y los 24 años, afirmó que no eran partidarios de los tapones de rosca; en el caso de los mayores de 65 años, esta cifra fue de solo un 4 %.
Lulie Halstead añadió: «La generación Z asocia el corcho con una mayor calidad y puede que consideren que los vinos con tapón de rosca tienen menos prestigio. Los millennials encuestados también han mostrado una preferencia por el corcho natural antes que otras alternativas, como los tapones de plástico.»
Los millennials desempeñan un papel central en el mercado del vino. Sirva de ejemplo que un informe de 2015 del Consejo del Mercado del Vino de los EE. UU. (Wine Market Council) mostró que los milenials consumían el 42 % de todo el vino de ese país, más que cualquier otro grupo de edad.
Los millennials han demostrado que son un motor clave en las principales tendencias del mercado, tales como la creciente demanda de vinos orgánicos, muchos de los cuales están encorchados.
El aumento del uso del corcho en el mundo del diseño también influenció las percepciones sobre el valor de este material natural, con etiquetas tales como #corks, #naturalcork y #corkdesign, que ganan terreno en plataformas de redes sociales, como Instagram.
La investigación sugiere que un factor clave para explicar por qué a los millennials les gustan tanto los tapones de corcho son las impecables pruebas en materia de sostenibilidad.
El aumento de la concienciación en lo que a sostenibilidad del corcho se refiere, a través de campañas mediáticas, iniciativas educativas y de reciclaje de tapones de corcho, han jugado un papel crucial en resaltar los beneficios de los tapones de corcho natural en el imaginario de los consumidores millennials.
Esto lo han reforzado aún más estudios independientes, que han constatado el balance de carbono negativo de los tapones de corcho de Amorim, en un claro contraste con las emisiones de CO2 vinculadas a los cierres artificiales.
Las cualidades de sellado superior y la sostenibilidad inherente del corcho son alicientes para todos los grupos de edad. Sirva como ejemplo que la predisposición de los consumidores más veteranos a comprar vinos sin corcho es superior en el Reino Unido que en otros mercados clave, tales como el de los Estados Unidos, donde todos los grupos de edad consideran que el corcho es la mejor solución de cierre.
El director de marketing y comunicaciones de Amorim, Carlos de Jesus, afirmó que los resultados del reciente estudio de Vinitrac brindan una nueva inmensidad de posibilidades para el corcho. «Esperamos involucrar aún más a los consumidores más jóvenes para que su preferencia por el único cierre totalmente verdadero, sostenible, renovable y reciclable tenga un impacto mensurable, demostrable y positivo sobre el medio ambiente y el vino».