Por ÁLVARO PÉREZ NAVAZO – Director de la Academia del Terruño
La vendimia 2021 en Abadía Retuerta, en el corazón del valle del Duero, está a punto de terminar.
Ha sido una vendimia larga, que se inició con la cosecha de las variedades blancas el lunes 13 de septiembre y que terminará con las últimas viñas de Cabernet Sauvignon, Merlot y Touriga Nacional hacia el 20 de octubre.
La añada viene marcada de inicio por la escasez de agua en el suelo, lo que limita el crecimiento vegetativo de la viña con racimos y bayas de un tamaño un poco más pequeño. En cualquier caso, se ajustaron en cada uno de los pagos los rendimientos ya durante la poda en verde, de forma precisa, pago a pago, sitio a sitio, teniendo en cuenta la experiencia de más de 30 añadas de la bodega.
La viña, que es una superviviente, aprovechó de manera eficiente las inusuales lluvias de junio que fueron mejor todavía que “agua de mayo”. Las temperaturas medias a lo largo del verano han sido algo más frescas que la media de los últimos años y lo que es más relevante, sin golpes extremos de calor, por lo que el ciclo se ha completado despacio y sin estrés ni bloqueos en la viña.
Septiembre comenzó cálido, pero cambió a mediados de mes con temperaturas más bajas y lluvias que dificultaron un poco las labores de vendimia, aunque estas no ocasionaron incidencia alguna en el estado sanitario de la uva, ni en la madurez.
Todo hace indicar que se recogerá algo menos de la cantidad de kilos de uva estimada para esta añada. Los primeros vinos terminados son muy prometedores, con un grado alcohólico ligeramente inferior a los últimos años, intensidad de color y gran complejidad aromática.
Una añada extraordinaria que tiene un perfil parecido a las de 2018 y 2010, que resultaron magníficas.