Más de 800 personas entre familiares, clientes, instituciones, amigos y trabajadores mostraron su apoyo a Gramona durante la jornada del 28 de febrero en el Palau de la Música Catalana. Un espacio emblemático para celebrar los 100 años de historia de la familia como elaboradores de vinos espumosos.
Xavier, Jaume, Roc y Leonard Gramona, quinta y sexta generación respectivamente, han ido narrando mediante pequeñas explicaciones la cronología de los hechos más emblemáticos de la casa, como aquellos que dieron pie a que en los años 50 empezaran a comercializar espumosos de larga crianza, y también los que, más recientemente, han impulsado a la familia a dar el salto a la agricultura biodinámica.
Jaume Gramona: «Juntos llegaremos más lejos»
Durante el acto, sincero y cercano, los miembros de la familia han agradecido a los clientes de la casa su apoyo durante todos estos años. Además, han elogiado el esfuerzo y la dedicación de todo el equipo Gramona.
Ferran Centelles y Josep Roca, dos grandes prescriptores del mundo del vino, han querido formar parte del acto. En sus discursos han reconocido la labor de Gramona en el sector, y han destacado su perseverancia, su saber hacer y su apoyo incondicional a la sumillería como parte importante de su éxito.
Por su parte, la consellera d’Acció, ha destacado l’”experiencia, profesionalidad y respecto de Gramona con el entorno para ubicar sus espumosos y vinos entre los mejores del mundo. Están en la cúspide y han apostado decididamente por la Xarel·lo, el corazón de sus vinos espumosos.”
Acompañados por el Cor de Cambra del Palau
Las intervenciones de la familia han estado intercaladas por diversas canciones interpretadas por el Cor de Cambra del Palau, dirigido por Xavier Puig. Escogidas minuciosamente para acompañar cada momento emblemático de la historia de la familia, la parte musical del acto ha aportado agilidad, frescura y más emoción.
Un año de celebraciones
Este evento ha sido uno de los actos que Gramona ha preparado para celebrar su Centenario, pero no será el único. Durante los próximos meses la bodega seguirá celebrando sus 100 años como elaboradores de vinos espumosos con otros actos conmemorativos.
Seis generaciones de viticultores y bodegueros
Los miembros de la familia Batlle empezaron a trabajar como viticultores en el Penedès a mediados del siglo XIX. Unos años más tarde, en 1881, la familia construyó su propia bodega, el Celler Batlle (que hoy da nombre a uno de nuestros vinos espumosos más preciados, homenajeando a esta rama de la familia), y empezó a embotellar su propio vino. En 1921 La tercera generación, liderada por Pilar Batlle, quien se casó con Bartomeu Gramona, de familia propietaria de tabernas en Barcelona e impulsores de la revista La Vid Catalana, pionera en el mundo de las cabeceras enológicas en aquel entonces -, construyeron las cavas donde a día de hoy continúan descansando las botellas de espumoso. Sus hijos, además de seguir con el negocio familiar, fueron pioneros en la apuesta por la larga crianza de estos vinos. La quinta generación, formada por los primos Jaume y Xavier, sigue al frente de la casa, fomentando el respeto por el entorno desde el trabajo en la tierra hasta la elaboración en bodega. La sexta generación, con Roc y Leo Gramona a la cabeza, continúan con el legado familiar explorando nuevas formas de expresar el terruño, siempre creciendo y enriqueciéndose de su historia.
